Algunos todavía recordamos con claridad la primera vez que vimos imágenes a través de un aparato de televisión. Los avances tecnológicos se han sucedido a tal velocidad que unos años las televisiones han tomado por completo los hogares, siendo algo indispensable, y, ahora, en dos años, la visualización de esas señales, tal y como las conocíamos hasta hace muy poco, cambiarán completamente hasta su total digitalización.
El denominado apagón analógico, que según ha fijado la Comisión Europea debe producirse antes de 2012, se producirá de manera paulatina en España hasta la fecha límite del 2 de abril de 2010. Por tanto, dos años de margen para que los hogares españoles cuenten con un sintonizador digital, o en su defecto utilizar un sintonizador TDT (o DVB-T) externo, que procese la señal digital y la envíe al televisor, para poder ver la televisión.
Para facilitar y agilizar el proceso las diferentes administraciones autonómicas están poniendo en marcha distintas medidas. En concreto, una de ellas, promulgada por el Ministerio de Sanidad y Consumo prevé que el comerciante que todos los televisores que estén a la venta en el mercado deben contar con sintonizador de TDT, de lo contrario, el comerciante deberá informar al comprador.
Si no se diese esa información, indispensable si contamos que en dos años ese televisor no recibiría la señal digital a menos que compre un sintonizador, los vendedores estarían cometiendo una infracción en materia de consumo. Por tanto, es un nuevo derecho de los ciudadanos con la incorporación de esta novedad tecnológica.
Esta infracción tendría como consecuencia un doble desembolso, el de la televisión y, posteriormente, el del sintonizador; y, también, la necesidad de dos aparatos en lugar de uno, como ya es posible.
