En estos días festivos, son muchos los que no olvidan el carácter religioso de la Semana Santa y se lanzan a las calles de la ciudad para acompañar las procesiones con recogimiento y fervor; otros, sin embargo, se acercan a verlas porque las consideran simplemente una bonita tradición, o bien porque disfrutan viendo las bellas imágenes que cargan los costaleros, muchas de ellas auténticas joyas del arte español.
Sea como fuere, en casi todas las ciudades de España se pueden contemplar estos días los pasos que representan escenas de la Pasión de Cristo y una buena opción para disfrutar del tiempo libre, sin olvidar el auténtico carácter de las fechas que se celebran estos días, es salir a contemplarlos, aprovechando así para empaparnos a fondo de un poco de tradición, arte y cultura.
Es muy difícil destacar unas procesiones por encima de otras, cada una tiene el encanto propio de la ciudad por donde sale y, con respecto a las tallas, hay que decir que la imaginería española es de gran calidad y casi todos los pasos que se veneran estos días son de gran belleza. Por destacar algunas, queremos proponeros asistir a tres en concreto que se caracterizan por ser silenciosas y sin luz, dos aspectos que confieren al evento mayor emoción.
En primer lugar, vale la pena mencionar la de la Vera Cruz, en Segovia; donde los Caballeros de la Orden de Malta, vestidos de riguroso negro, desfilan portando una reliquia del Lignum Crucis (Cruz de Cristo) y la talla del Cristo Yacente, en absoluto silencio y en plena noche, con la única iluminación de las antorchas.
También resulta sobrecogedora la procesión zamorana de la Hermandad de Penitencia Santisimo Cristo del Amparo. A medianoche, sus cofrades, conocidos por sus capas pardas, desfilan alumbrados por faroles, en silencio y al ritmo del bombardino y las matracas, hasta la entrada de la Iglesia de San Claudio de Olivares, donde se rompe el silencio entonando un sobrecogedor Miserere.
Por último, no queremos dejar de hablar de Valladolid, donde el Museo Nacional de Escultura atesora las mejores tallas del Barroco español, algunas de las cuales pueden verse en precesión durante estos días. Entre ellas, vale la pena trasnochar para ver la de la “Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias – Sacrificio y Penitencia”, que sale a la una de la madrugada, portando el “Cristo de los carboneros” (Francisco del Rincón, siglo XVII), la talla de ”San Juan y Santa María Magdalena al Pie de la Cruz” (Gregorio Fernández, h. 1621), el “Cristo Yacente” (Taller Vallisoletano, siglo XVII), y a “Nuestra Señora de las Angustias” (Juan de Juni, posterior a 1561).