De la gratuidad al copago farmacéutico

Hace unos días el Fondo Monetario Internacional (FMI) pedía reducir las pensiones de los jubilados y que se retrase la edad de jubilación ante la previsión del “riesgo de que la gente viva más de lo esperado” (el llamado riesgo de longevidad), ya que según los expertos, si la edad media de supervivencia crece en tres años más de lo previsto, el coste del envejecimiento, que ya hoy supone a los gobiernos, empresas, aseguradoras, etc. un enorme desembolso, se duplicaría, en las economía avanzadas tomando como referencia el PIB de 2010. Pues bien, parece que el Gobierno de Mariano Rajoy no quiere pillarse los dedos y dentro de sus partidas de recortes ha incluido a los jubilados. Aún no les ha bajado las pensiones (aunque su poder adquisitivo se está viendo mermado y la cosa parece que no ha hecho más que empezar), pero sí que deberán abonar un 10% del coste de los medicamentos que consuman, desapareciendo la gratuidad de los fármacos con la que contaba este colectivo. Pero habrá límites y excepciones. Así, los pensionistas deberán abonar un máximo de 8 euros mensuales para las rentas por debajo de 22.000 euros al año, y de 18 euros para las que superen esa cantidad, mientras que las medicinas serán gratuitas para aquellos que cobren las pensiones más bajas, las no contributivas. Además, los jubilados que ingresen más de 100.000 euros anuales pagarán el 60 por ciento de las medicinas, pero tendrán un tope de 60 euros al mes.

Tras aprobarse estas y otras medidas mediante un Real Decreto Ley en el Consejo de Ministros del pasado viernes 20 de abril, Está previsto que estas medidas se harán efectivas en un plazo de dos meses.

Con esta reforma en el sistema de pago, el Ministerio de Sanidad estima que se podrían ahorrar cerca de 3.700 de los 7.000 millones que el Gobierno quiere ajustar en el presupuesto sanitario. La alternativa que se barajaba a esta división en función de la renta, era la tasa de un euro por receta que ha aprobado Cataluña y que no parece dispuesta a anular. En cualquier caso ahora el hándicap puede ser de tipo técnico para hacer posible este copago farmacéutico. Parece que habría que conectar las tarjetas sanitarias con Hacienda para ver el nivel de ingresos. Para ello habrá que ver qué tiempo se necesita, teniendo en cuenta que ‘sólo’ haber relacionado informáticamente a las 17 consejerías de sanidad ha llevado 10 años.

Entre las reacciones favorables a esta decisión del Gobierno de Rajoy se encuentra la de la Organización Médica Colegial, cuyo presidente Juan José Rodríguez Sendín, ve en esta fórmula de copago una “solución al excesivo consumo de medicamentos que existe en España”, además de haber señalado que el copago farmacéutico no es de ahora sino de siempre, aunque se haya denominado de otra forma, el problema es que “tal como estaba planteado no era justo ni eficaz”.

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