Cutis en la menopausia

El déficit hormonal que se produce en la menopausia provoca una pérdida de los lípidos de superficie (25%), de agua (25%) y de colágeno (30%), lo que se suma a una disminución de la producción de estrógenos, que provoca una aceleración del envejecimiento cutáneo. Esto, trasladado a la apariencia de nuestra piel significa una menor elasticidad y mayor sequedad, que hace que se marquen más las líneas faciales y los poros.

Mientras que la gran mayoría de las mujeres conocen que en la menopausia se pueden dar cambios de humor, sofocos o la atrofia vaginal (sensación de sequedad, prurito y dolor en las relaciones sexuales), muchas desconocen que también la piel sufre los cambios hormonales de la menopausia, aunque de entre quienes los padecen, existe un porcentaje que decide someterse a algún tratamiento de medicina estética (en el caso de las españolas, una de cada cinco).

Hay que tener en cuenta que no todas las mujeres se ven afectadas del mismo modo, variando tanto el fenómeno como el grado en el que se produce, lo que dependerá del tipo de cutis que se tenga, los hábitos de nuestra vida diaria… En general las pieles blancas, más sensibles al sol que las más morenas, tendrán un mayor fotoenvejecimiento. Sin embargo, aunque las pieles más morenas se arrugarán menos, se descolgarán más.

Otro factor importante es ser fumadora, ya que ya que el tabaco provoca vasoconstricción, lo que produce que disminuya la vascularización cutánea y aparezca una coloración grisácea.

Como siempre, lo mejor es prevenir y actuar ante los primeros indicios. En la actualidad, entre los tratamientos más novedosos están los cosmecéuticoso cremas con principios activos, con vitaminas, minerales y antioxidantes que mejoran la calidad de la piel. No es necesario gastar una elevada suma de dinero, sino contar con el asesoramiento de un dermatólogo que, tras un estudio, nos indique el producto más adecuado.

Otra opción es el popular botox (ácido hialurónico) con el que rellenar las arrugas, tratar la deshidratación cutánea y el descolgamiento, así como muchos tipos de peelings con los que renovar la piel.

Para las más tradicionales, siempre se puede utilizar alguna mascarilla o crema casera a base de productos naturales como aloe,  pepino, huevo, aceite de oliva o yogur, para hidratar y eliminar las arrugas, suavizar los rasgos y eliminar imperfecciones.

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