Hace unas semanas saltaba la noticia, un hacker había publicado en una web privada 10.027 datos de usuarios con sus contraseñas de acceso a las cuentas de Windows Live ID, con los que se puede acceder al correo electrónico Hotmail o al servicio de Messenger. Tras el reconocimiento de Microsoft, se han repetido las advertencias a los usuarios de la Red y los consejos para procurar la mayor seguridad con sus datos en Internet.
Tanto la Asociación de Internautas como la Asociación de Consumidores en Acción FACUA han vuelto a recordar una serie de pautas convenientes para salvaguardar las claves personales de los usuarios para proteger sus cuentas de correo electrónico. En primer lugar, hay crear una clave/contraseña difícil que sea alfanumérica –que combine números y letras-, intercalar mayúsculas con minúsculas y con un mínimo de ocho caracteres. A pesar de que el consejo pueda parecer de lo más obvio, muchas de las contraseñas que han sido destapadas eran 1234, o fechas de cumpleaños, nombres propios o de familiares. La conclusión: no puede ser fácilmente deducible.
Tampoco es nada recomendable que utilicemos la misma clave para cualquier tipo de cuenta o sesión que creemos en Internet ya que una vez que una sea descubierta lo habrán sido todas. Por ello, además de usar diferentes claves, se aconseja cambiarlas periódicamente, aproximadamente cada tres meses.
Los datos de usuario y contraseña son las llaves de la intimidad en la Red y, aunque siempre puede haber huecos, nuestra misión es que estos sean los más pequeños e invisibles posible.
