La confianza en las terapias alternativas para la cura o alivio de los síntomas de diferentes patologías crece en los últimos tiempos, en los que se prefiere acudir a métodos naturales antes que medicarse en exceso. Sin embargo, entre las miles de terapias que se erigen alternativas y con propiedades medicinales, no todas están reconocidas por la Organización Mundial de la Salud.
No es el caso de la acupuntura, una de las prácticas más antigua y extendida de la Medicina Tradicional China. Basada en la inserción y manipulación estratégica de agujas por el cuerpo, esta técnica puede aliviar y eliminar el dolor, así como curar diferentes afecciones.
Según la teoría china, la energía vital fluye por el cuerpo a lo largo de meridianos, canales o vías de comunicación, llamados en chino king. El número de kings ordinarios es correlativo al de los doce órganos. De esta manera, se guían por las pulsaciones específicas correspondientes a cada parte del cuerpo para introducir las agujas en los puntos concretos que pueden modificar el estado de alguno de nuestros órganos.
La acupuntura se considera, para quienes la practican, eficaz en el tratamiento de la hernia discal, alergias, procesos inflamatorios o infecciones gripales, entre otras afecciones, es además importante destacar su uso como analgésico, e incluso para reducir el dolor en procedimientos quirúrgicos.
Si bien a lo largo de su historia y en la actualidad esta práctica se ha encontrado con muchos detractores, quienes la defienden aseguran que los puntos acupunturales son observables por los métodos científicos. Además, desde 1979 es reconocida como terapia para cerca de 43 enfermedades por la mayor autoridad médica internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS.).
