Desde que en 1782 los hermanos Montgofler inventasen el primer globo aerostático lo único que ha cambiado de la apasionante aventura que supone ese vuelo son una mayor seguridad y consistencia en sus materiales. El tiempo continúa pareciendo que se congela, que avanza a cámara lenta en el cielo, dejando el estrés y las preocupaciones durante unas horas en la Tierra.
Mientras las condiciones atmosféricas sean favorables, disfrutar de un paseo en globo no sólo no presenta ningún peligro sino que, según muchos expertos, constituye la forma más segura de volar. Sin embargo, comprar y mantener un globo acaba saliendo muy caro, por eso, en los últimos años han surgido algunas empresas en nuestro país para ofrecer paseos en globo, excursiones para pequeños grupos y cursillos de iniciación al arte de volar en aerostáticos.
A pesar de que en Cataluña se encuentra una de las fábricas más influyentes del mundo, por lo que existe mucha oferta, esta afición se ha extendido ya por otras regiones de la Península. Por Asturias y Cantabria, por ejemplo opera Globo Astur y Cirros Sur en Andalucía. Los madrileños que deseen surcar su cielo pueden acudir a Cirros, con ofertas muy atractivas como contemplar la estructura medieval de Toledo, The Balloon Company, o Globos Boreal.
Aero Balas hace rutas por La Mancha; Ibervuelo por Zaragoza, mostrando impresionantes paisajes aéreos a sus clientes, como el que se ve de Los Monearos. Por su parte, TotGlobo organiza excursiones de más de un día con el punto de partida en Valencia.
Los precios y duraciones de estos cruceros acostumbran a estar bastante estandarizados, con unos precios que rondan los 150 euros por persona y entre la hora y las dos horas de vuelo. ¿Te lanzas a volar?
