Así por lo menos lo estipula la nueva regulación de la Conselleria de Acción Social de la Generalitat, que extiende a los dependientes moderados y severos lo que hasta entonces era un beneficio exclusivo para los grandes dependientes (calificados con el grado III en la nomenclatura de la ley). Aun así, la prestación económica sigue siendo exclusiva para grandes dependientes, mientras que las otras categorías se benefician de la atribución de una persona que les haga el servicio.
Sin embargo, la norma fija una serie de restricciones y requisitos, pues mientras que los grandes dependientes tienen la ayuda garantizada por ley, a los severos y moderados se les asegura la prestación como servicio “según disponibilidad”.
Además, no afectará realmente a todos los dependientes mayores de esas dos categorías, pues se ha especificado que los solicitantes deberán tener entre 16 y 64 años, dado que las ayudas se van a conceder en concepto de “acompañamiento a actividades laborales” y, por consiguiente, exclusivo para personas que estén en edad de trabajar.
Así las cosas, la prestación económica que se ofrece para la contratación de un asistente tiene un tope de 583,77 euros en el caso de grandes dependientes, y asciende a 833,96 euros en la modalidad de apoyo a la vida autónoma se eleva hasta los 833,96 euros. Mientras, los dependientes severos o moderados dispondrán de un asistente personal que les hará llegar una entidad acreditada.
Pero pese a lo que pueda valorarse de progreso en esta medida, no ha satisfecho a todos los colectivos de dependientes, dado que consideran que se ha llegado a esta decisión sin el acuerdo de las partes. La Asociación “Papás de Álex”, por ejemplo, ha interpuesto demanda ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, precisamente porque se ha legislado sin el acuerdo del consejo territorial. Además, creen que la medida es discriminatoria, puesto que un gran dependiente de 15 años no tendría derecho a asistencia personal en ninguna de las posibles modalidades.
