A tomar las aguas

El uso de las aguas termales como terapia para distintas patologías no se remonta únicamente a los ya ‘populares’ griegos y romanos y sus termas, sino que se alcanza incluso a los habitantes de las primitivas cavernas. Por no hablar de los propios  animales heridos o enfermos cuyo instinto les lleva a acercarse a los manantiales de agua caliente o con un sabor u olor distinto a lo normal y que se curan o al menos mejoran notablemente. Con el paso de la Historia y los nuevos conocimientos científicos, la hidroterapia ha ido tomando relevancia.

En España, en 1816, este empleo del agua como agente terapéutico se reguló por medio de un Real Decreto, en el que se estipulaba que cada uno de los baños más importantes del reino debía tener un profesor versado en hidroterapia y medicina, para indicar su aplicación y uso. Así, durante el siglo XIX y principios del XX, ir “a tomar las aguas” era una práctica bastante extendida entre las personas mayores con cierto poder adquisitivo. Después de una época de de abandono y olvido de esta saludable práctica, los balnearios están recuperando su esplendor y hoy en día el termalismo sigue ocupando un lugar destacado dentro de la política sanitaria y de bienestar social del Gobierno, especialmente la referida a los mayores, ya que los tratamientos termales pueden tener como fin la rehabilitación de una dolencia o la prevención y/o curación de las llamadas enfermedades invalidantes. Por este motivo, desde 1989 se cuenta con el programa de termalismo social financiado por el IMSERSO (Instituto de Mayores y Servicios Sociales), que tiene como objetivo facilitar a los pensionistas el acceso a tratamientos en balnearios a precio reducido al tiempo que se potencia el desarrollo económico de las zonas que rodean a los balnearios. En esta nueva campaña del 2011, se van a destinar cerca de 40 millones de euros para las 104 estaciones termales concertadas (distribuidas en 15 comunidades autónomas) en las que se atenderán a 239.700 mayores.

El IMSERSO financia un tercio del coste de los tratamientos, mientras que los usuarios, pensionistas con 60 años cumplidos que precisan los tratamientos que se prestan en los balnearios, son los que se hacen cargo de pagar el resto de la factura. La estancia se prolonga durante 12 días (hay turnos a lo largo de todo el año) y se incluye alojamiento en régimen de pensión completa, tratamientos termales básicos prescritos por el médico del balneario y póliza de seguro colectiva.

Los interesados deben adjuntar a la solicitud una declaración sobre su estado de salud, conforme al modelo oficial que figura en la convocatoria. Ambos documentos se pueden presentar personalmente o por correo en:

La solicitud y la declaración sobre su estado de salud, de acuerdo con el modelo oficial que figura en la convocatoria, se puede presentar, personalmente o por correo, en:

  • Los Centros de Mayores o las Direcciones Territoriales del IMSERSO correspondientes al domicilio habitual del interesado.
  • En los Órganos que designen las Comunidades Autónomas que han asumido funciones y servicios del IMSERSO.
  • Los Servicios Centrales del IMSERSO.
  • También es posible realizar la tramitación telemática de la solicitud a través de la sede electrónica del IMSERSO.

En cuanto a los plazos para presentar las solicitudes, se establece hasta el 17 de enero de 2011 para los turnos de los meses desde febrero a agosto (ambos inclusive) y hasta el hasta el día 16 de mayo de 2011 para la inclusión en la lista de espera.

El plazo para solicitar las plazas para los meses de septiembre a diciembre finaliza el 16 de mayo de 2011 y para la inclusión en la lista de espera, hasta el día 28 de octubre de 2011.

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