Los cuidadores necesitan descansar tanto física como psicológicamente. Cuidar de una persona dependiente, en ocasiones, puede resultar agotador. Desde la escuela de medicina de la Universidad de Harvard lanzan un mensaje muy claro ”Es tan importante la atención que el cuidador se presta a sí mismo como los cuidados que proporciona a la persona que cuida”, por eso, debemos tener estos 5 puntos siempre presentes:
- Dejarnos ayudar: es bueno desahogarse de vez en cuando de tanta responsabilidad y para ello, nada mejor que un familiar o un buen amigo en el que confiamos para que nos eche una mano en el cuidado de ese ser querido que depende de nosotros. Al fin y al cabo, saber que podemos contar con la ayuda de una persona cercana es muy gratificante, ya que aunque ser cuidador tiene su recompensa, también es verdad que es agotador y un respiro siempre es bien recibido.
- Dejar a un lado el sentimiento de culpa: está claro que siempre podemos hacer más por los demás o hacer las cosas de otra forma, pero no sirve de nada castigarnos por actuar de una manera y no de otra. Si vemos que la situación nos sobrepasa es recomendable acudir a un especialista para que pueda ayudarnos a abordar el problema.
- Hacer deporte: está comprobado que el ejercicio es bueno para casi todo, nos hace sentirnos en forma, liberamos tensiones, ayuda a prevenir depresiones, quemamos calorías, hacemos trabajar a nuestro organismo, etc. Por eso, es bueno que busquemos un rato al día para practicar el deporte o la gimnasia que más nos guste. Hay quien prefiere salir a caminar a paso ligero durante media hora al día, otros se apuntan al gimnasio para poder llevar un control de los ejercicios que realiza sin lesionarse, para otros es más divertido montar en bici, jugar al padel o ir a natación… en la variedad está el gusto. Da igual que actividad elijamos, lo importante es saber buscar ese momento del día en que podamos dejar a nuestra pareja o familiar dependiente un rato con alguien para mantenernos en forma.
- Comunicarse con amigos, familia, etc.: no aislarnos y mantener el contacto con los nuestros es fundamental para nuestra salud mental. Tener tiempo para hablar por teléfono, mandar un email, escribir un mensaje o incluso quedar para tomar un café, ir al cine, o cenar es más que necesario para que ser cuidador sea más llevadero.
- Dedicarnos tiempo a nosotros mismos: hacer cosas que nos gustan, ya sea mientras estamos cuidando de nuestra pareja o familiar, en solitario o con amigos. El caso es hacer cosas con las que nos relajamos y disfrutamos como son la lectura, ver una buena película, hacer meditación y hasta darnos un masaje o un baño de espuma. Cada uno sabe qué cosas le gustan más y con cuáles se siente mejor.