20 años comprometidos con el Medio Ambiente

En 1984, el científico Mario Molina, galardonado posteriormente con el premio Nobel, descubrió el agujero en la capa de ozono sobre la Antártida, que en los años sucesivos se fue agrandando causando una gran preocupación mundial. Tres años después representantes de 190 países se reunieron para firmar un tratado global para proteger la atmósfera. Así nació el Protocolo de Montreal, del que ahora se conmemora el 20 aniversario.

A lo largo de estas dos décadas se ha logrado reducir en un 95% las sustancias perjudiciales para la capa de ozono, fundamentalmente los gases con compuestos de cloro que se utilizaban –fluorocarbonos (CFC) – y que una vez renovados para causar menos daños –hidrofluorocarbonos (HCFC) – se siguen usando en los sistemas de refrigeración, aire acondicionado, sprays o extintores. Los cloruros de metilo utilizados como biocidas en la agricultura son el otro grupo de sustancias dañinas. Ambas atacan las moléculas de oxígeno del ozono destruyéndolo.

El objetivo final de este protocolo es acabar con todas estas sustancias, y nuevas que pudieran surgir, antes del año 2040. Si bien, aún queda mucho camino, los avances hasta el momento hacen que se calcule que para 2020 se habrán evitado 100 millones de cánceres de piel, cataratas y otras graves patologías.

El optimismo es tal que, en este sentido, se ha decidido adelantar el fin del objetivo hasta diez años. Un éxito si tenemos en cuenta los escasos frutos que está dando el tan traído Protocolo de Kyoto y las nefastas consecuencias que esto está provocando en el Medio Ambiente. Puede que sea el cumplimiento del acuerdo de Montreal, inicio de las buenas intenciones medioambientales, el que termine por frenar el cambio climático.

Comentarios

Deja un comentario