El abuelo de Instagram

Para quienes no conozca Instagram, comenzaremos diciendo que, dentro de las Redes Sociales basadas en la imagen, es probablemente la más importante. Esta aplicación permite retocar imágenes gracias a una extensa galería de filtros, basados o inspirados, principalmente, en las cámaras Polaroid. Del mismo modo, las imágenes guardan la misma proporción, cuadrada, que las míticas imágenes que se efectuaban con la cámara instantánea por excelencia.

Los mayores fanáticos de esta aplicación no sólo retocan sus tomas, también las comparten en la que se ha convertido en una de las redes sociales más populares de internet. No en vano, desde su lanzamiento en 2010 ha ganado casi todos los premios más importantes en materia de aplicación, incluyendo el de “mejor aplicación de año”, obtenido en 2011.

Sus usuarios se cuentan a miles y son de lo más variados; amantes de la moda, de la estética retro, apasionados de la fotografía e incluso famosos que usan sus instantáneas para comunicarse con sus fans o cantantes que se sirven de Instagram para promocionar sus lanzamientos discográficos.

Entre ellos, como es lógico, los hay de todas las edades. Una buena prueba de ello es el caso de Rex Redstone, un abuelo de 85 que en tan sólo un mes se ha convertido en un verdadero fenómeno de esta red social. Abrió su cuenta el 25 de septiembre y, desde entonces, tan sólo ha colgado quince imágenes; sin embargo sus seguidores se han multiplicado como la espuma, alcanzando a día de hoy la asombrosa cifre de 5.600. Su entusiasmo y frescura, sin duda, han cautivado; las antiguas instantáneas de la familia y los amigos de este ex-soldado británico nos muestran pequeños retazo de su vida que han conquistado a los amantes de Instagram.

Su llegada a Instagram se debe a un proyecto del banco Barklays, cuyo fin es acercar las nuevas tecnologías a los mayores. Una vez más, estas iniciativas no sólo funcionan, si no que, además, ayudan a que no sólo sean los senior quienes aprendan; también aprendemos de ellos quienes nos convertimos en sus “seguidores”.

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