Tecnológicamente hablando, la noticia más significativa de la semana viene cargada de tintes bélicos. En nuestro país, donde la posesión de armas está muy restringida y controlada, prácticamente nadie se plantea ir el armado, es más, si estuviera permitido hacerlo, la mayoría de los españoles, posiblemente tampoco harían uso de su supuesto derecho.
Las polémicas en torno a las armas siempre surgen en Estados Unidos, donde el fácil acceso a las mismas, a menudo les juega malas pasadas. Rozando la línea entre la protección y la obsesión, la mayoría de sus ciudadanos van armados y, algunos de ellos, parecen soñar con un mundo en el que todos tengan acceso a tal privilegio.
En este sentido trabaja un grupo que se ha dado a conocer bajo el nombre “Defense Distruibuted”, cuya última “proeza” ha sido la creación de un arma de plástico que puede imprimirse por partes muy fácilmente. Para hacerlo sólo es necesario tener una impresora en 3D -pueden adquirirse en el mercado a un precio que ronda los 6.000 euros- y, con ella, este tipo de armas podrían producirse de forma masiva.
“Liberator”, así le han llamado, es una pistola tan peligrosa como cualquier otra que dentro de poco tiempo podría estar al alcance de cualquiera, ya que el propósito de este singular grupo es hacerla de dominio público, para que todo el mundo pueda imprimir la suya y montarla siguiendo las instrucciones que también planean publicar.
El cabecilla de “Defense Distributed” es un joven estudiante de derecho de la Universidad de Texas. Con tan sólo 25 años ha vaticinado que en el futuro habrá “un mundo donde la tecnología permitirá que cada uno tenga lo que quiera. Ya no depende de los políticos”.
Las voces en contra no han tardado en aparecer, reabriendo en Estados Unidos un debate que parece no tener fin; esta vez más alarmante y encendido si cabe, por lo que podría suponer la accesibilidad de los menores a este tipo de armas de fuego.
