Madrid acoge estos días una interesante exposición sobre el trabajo de uno de nuestros artistas más celebrados: José Manuel Ballester (Madrid, 1960), un fotógrafo cuya obra traspasa las fronteras de su propio género. La muestra -que ha sido comisariada por la actual Asesora de Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid, Lorena Martínez de Corral- se celebra en la Sala de Exposiciones Alcalá 31, donde puede visitarse de manera gratuita hasta el próximo día 20 de noviembre.
Para quienes no estén familiarizados con el trabajo de este artista, Premio Nacional de Fotografía en 2010 y uno de nuestros creadores más valorados en el ámbito internacional, vale la pena señalar que su obra, casi siempre de gran formato, se caracteriza por mostrar la desnudez del espacio a través de una poesía visual que suele tener como protagonistas a la arquitectura y el espacio. Sus imágenes fotográficas nos regalan una realidad extraña, situada a medio camino entre el realismo propio del genero fotográfico y una abstracción conscientemente buscada, que nos sitúan en el límite entre posiciones antagónicas, recordándonos la importancia de la relatividad. Según las palabras del propio artista -que hemos podido leer en un artículo sobre su obra publicado la versión digital de El Cultural de El Mundo- “La idea es ver cómo esa frontera habitual en el mundo del arte no es tan rígida, que abstracción y figuración no son independientes, sino que cada lenguaje necesita de su opuesto”.
En esta muestra en concreto, el fotógrafo se enfrenta -y nos enfrenta- principalmente a espacios relacionados con el arte. La Fundación Beyeler de Basilea, el Pabellón Español de la Exposición Universal de China, el Ullens Center for Contemporary Art de Beijing, el MoMA, el Rijksmuseum de Ámsterdam, el Museo del Prado o el Arqueológico de Madrid son algunos de los escenarios en los que el artista nos propone asomarnos para descubrir, de forma sorprendentemente bella y poética, su “otra” realidad. Merece la pena acercase a pasear entre estos “espacios extraños” para descubrir el mundos desde otra perspectiva y, si acaso, aprovecharse de paso de las visitas guiadas gratuitas que ofrece la Sala los sábados -a las 12:00, 13:00, 18:00 y 19:00 horas- y los domingos, a las 12:00 y 13:00 horas.
