Un de las principales preocupaciones que surgen a la hora de ingresar a un familiar dependiente en una residencia o en un centro es que le atiendan lo mejor posible. La propia Ley de Dependencia contempla el establecer un sistema de acreditación que garantice unos servicios de calidad. No obstante, desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) se ha querido avanzar por esta senda y ha desarrollado un documento, consensuado por especialistas en Geriatría y Gerontología, en el que se establecen unos requisitos o estándares de calidad y gestión adecuados para ofrecer seguridad y garantía a las personas mayores y profesionales de los servicios.
Este “Sistema de Acreditación de Calidad para los servicios de atención a personas mayores: Centros residenciales, Centros de día, Ayuda a domicilio y Teleasistencia”, que es como se llama el documento de la SEGG, pretende proporcionar una herramienta objetiva, científica y práctica que permita a las entidades prestadoras de los distintos servicios de atención a las personas mayores evaluar y acreditar su nivel de calidad.
Durante la presentación de este documento, José Luis Pareja, miembro del comité de acreditación de la SEGG, ha explicado que este documento nace “con el fin de mejorar la atención y servicios prestados a las personas mayores“, ya que, “a pesar de que la atención general que se presta a la persona mayor es buena y humana y profesionalmente aceptable, sigue siendo ciertamente mejorable“. Por su parte, Pedro Gil Gregorio, presidente de la SEGG, aseguró que “A través de este sistema la SEGG ha adquirido un nuevo compromiso con las personas mayores“.
Este sistema de acreditación de calidad va dirigido a centros residenciales, centros de día, ayuda a domicilio y teleasistencia, y establece tres niveles de acreditación (básico, medio y avanzado) que permiten al servicio establecer un itinerario de mejora continua y pretende ofrecer seguridad para una correcta atención de todas las personas mayores y unas adecuadas prácticas profesionales en los servicios que se encuentren acreditados por la SEGG; y promover confianza a todas las personas mayores y por extensión a sus familiares, así como a los profesionales de los servicios acreditados, en cuanto a la calidad de los mismos.
